Categoría: Notas
Publicado en 3 Sep 2018
4 minutos
Surgen nuevas soluciones para dar más opciones al pasajero en el momento de pagar la tarifa del transporte público, lo que reduce gradualmente el uso de dinero
MÁRCIA PINNA RASPANTI
Los nuevos medios de pago para el transporte público surgen como consecuencia de la modernización del prepago electrónico y de la necesidad de retirar el dinero de circulación en los autobuses. En este contexto, además de los proveedores de prepago electrónico e ITS y de los operadores, surgen nuevos actores en el sector, como instituciones financieras y empresas proveedoras de tarjetas de crédito.
Se están implementando algunas innovaciones en el prepago para ampliar el abanico de opciones de pago para el pasajero. EMV Contactless es un sistema que utiliza un chip en la tarjeta que hace el cobro de la tarifa por proximidad (sin contacto). Según Fernanda Carballo, directora de Desarrollo de Negocios Mastercard, el sistema ya se usa en varios países, la tarjeta se puede registrar y utilizar en el teléfono inteligente.
De acuerdo con Paulo Celso Dantas, superintendente comercial de Tacom, actualmente el 70% de los usuarios de transporte público usan smart cards y el 30% utilizan dinero, lo que representa un costo dentro de este escenario. Según Dantas, el objetivo es que la tarjeta transporte sea más accesible para el público, con las tecnologías nuevas y la posibilidad de usar el teléfono inteligente para pagar el boleto. Y así, reducir el número de personas que usa dinero en los autobuses.
Milton Silva, gerente comercial de Empresa 1, destaca que la idea es llegar a ese 30% de pasajeros que todavía pagan con dinero, que pueden ser usuarios eventuales, turistas o personas que no tienen condiciones de recargar la tarjeta de transporte. “Nuestro objetivo es que la tecnología EMV pueda complementar otros medios de pago. En Brasil, estamos trabajando para adaptar esta tecnología a nuestra realidad. El primer desafío es aumentar el número de tarjetas contactless, para esto, contamos con el apoyo de las empresas que actúan en el rubro de tarjetas”, dice.
Leonardo Ceragiolli, director comercial de Prodata Mobilit Brasil, explica que también existe una dificultad en definir con las empresas operadoras de autobuses la tasa que tienen que pagar las empresas que operan las tarjetas de crédito y débito. “Son temas que hay que equilibrar, principalmente en lo que se refiere a costos de operación e implantación. Para adaptar los validadores que ya están instalados es bastante sencillo, pero quizás haya que cambiar algunos equipos”, dice.
Con el uso de las tarjetas EMV sin contacto, los autobuses siempre tienen que estar conectados a internet. En Brasil, existen muchas “zonas de sombra” y las transacciones no se pueden interrumpir cuando el vehículo pase por estas áreas. “La operación tiene que ser off line. Si después se descubre que el pasajero no tenía saldo en su cuenta bancaria, será necesario cobrarle de nuevo, dentro de 24 horas, una semana o hasta en un mes. Por nuestras investigaciones, la pérdida es muy baja”, comenta Milton Silva. “¿Quién va a arcar con las pérdidas? Este es otro punto que genera inseguridad entre los empresarios”, plantea Ceragiolli.
Otra tecnología que se puede utilizar es el sistema ABT (Account Based Ticketing) que crea una cuenta de crédito almacenada en la nube para cada boleto. En la tarjeta del usuario se encuentra solo un código de identificación, que accede a la cuenta para debitar el valor del pasaje. Rafael Teles, director de productos de Transdata, nos recuerda que la innovación ya existe en Brasil y que la trajo Uber. “Aquellas tarjetas prepagas de Uber que se venden en establecimientos comerciales ya usan el sistema. Futuramente, ni habrá necesidad de tarjetas, ya que los créditos quedan en la nube, por lo tanto, la identificación se podrá hacer por biometría, por ejemplo”, dice.
Teles cuenta que el sistema ABT ha avanzado en diversos países de Europa. “Las personas utilizan diversos modales y muchas veces, cruzan fronteras con otros países para trabajar o estudiar”, comenta. Para él, la movilidad evolucionará aún más y no sólo en lo que a medios de pago se refiere. Los sistemas inteligentes de transporte están llevando a la consolidación del MaaS (Mobility as a Service), donde las opciones de diferentes proveedores de transporte se combinan en un único paquete. “El usuario puede elegir el servicio que le resulte más conveniente, definir el número de viajes, los modos de transporte público tradicional o aplicaciones, taxi, bicicletas”, concluye.
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