Categoría: Notas
Publicado en 23 Nov 2018
5 minutos
Estudio del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional de Colombia esboza 14 perfiles y 19 comportamientos de motociclistas de Bogotá, Barranquilla, Cali y Cartagena.
Un estudio desarrollado por el Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional de Colombia (UN) esbozó 14 perfiles y 19 comportamientos de motociclistas de Bogotá, Barranquilla, Cali y Cartagena – ciudades donde circulan muchas de los 7,7 millones de motos matriculadas en el país. Las informaciones han sido divulgadas por la Agencia de Noticias UN.
“Estamos entregando este estudio a los formadores de política pública para que se tomen insumos y puedan afinar las estrategias en torno al motociclista, y también para que se pueda desmitificar al motociclista, ya que el grueso de los conductores es de buen comportamiento, solo que la centralidad hace que se resalte una característica”, comenta el profesor José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad, que lideró el estudio.
De todos modos, es importante destacar que, de acuerdo con el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, en lo que va del año (enero-septiembre 2018), el total de víctimas fatales por siniestros viales fue de 4780, de los cuales el 49% fueron motociclistas, el actor vial que más fallece en las vías del país. Desde el 2000 y hasta el 2017, los usuarios de motos fallecidos pasaron de ser la quinta parte, a la mitad en el 2017.
PERFILES
El informe señala que entre los perfiles de conductores más destacados están los “expertos”, que tienen más de 25 años, la mayoría son militares, policías y vigilantes, quienes cuentan con todos los implementos de seguridad.
Está el “joven”, de menos de 25 años, quien compra la moto para tener un transporte rápido y económico. Evita realizar acciones riesgosas, es algo prudente y prefiere no hablar con los demás motociclistas.
Entre las mujeres se destaca la “dama prudente”, mayor de 35 años, que utiliza la motocicleta para transportar de manera cómoda y rápida a su familia. También está la “viajera urbana”, que usa el vehículo pocas horas y siempre se ve vestida elegante cuando conduce, algunas por su trabajo.
Está el “novato”, que aún desconoce el Código de Tránsito y siempre va acompañado de alguien, mientras que al “presumido” le gusta la competencia y la adrenalina a la hora de conducir, y no usa elementos de protección.
El profesor Rojas comenta: “Encontramos que existen comportamientos asociados con el género, la edad, la actividad y la cultura de las ciudades. Identificamos 14 perfiles principales y otros secundarios, algunos más frecuentes en una ciudad que en otra”.
Los comportamientos variaron en algunas ciudades, debido a factores como la cultura, el clima, las zonas de tránsito y los actores sociales, entre otros, variables que permitieron identificar a los “distraídos”, los “infractores” (por ignorar la normatividad), los “afanados” (que se ponen en riesgo), los “imprudentes” y los “inexpertos”.
Las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), citadas en el estudio, muestran que entre 2010 y 2015 el porcentaje de personas que tenían una moto pasó de 21 a 31 %, lo que representa un crecimiento del 47,6 % en cinco años. Entre tanto, quienes manejan automóvil pasaron del 10 al 12 % en el mismo periodo, es decir un aumento del 20 %.
Sobre el estigma que recae en los conductores de motocicleta por los casos de inseguridad, el docente señala que “no se encontró el perfil del ‘delincuente’, un fenómeno anormal en la sociedad. Lamentablementealgunas personas asocian a todos los motociclistas de forma negativa por los temas de inseguridad, pero no hay que estigmatizarlos”.
RETO
El mayor reto del estudio fue combinar las dos metodologías para determinar, con base en los 7.397 registros recogidos con ambas técnicas, cuáles son los perfiles y comportamientos de los motociclistas dentro de la muestra total de las cuatro ciudades.
Con relación a los impuestos, el experto en movilidad señala que en las ciudades existe la tendencia a gravar por temas como la contaminación o la congestión, lo que da lugar a una polémica en los sectores de ensambladores –quienes se oponen a la medida– y de formuladores de política pública.
“La moto está concentrada en hogares de estratos medio y medio-bajo, por lo que crear más impuestos genera un efecto elástico. Eso quiere decir que si se encarece el uso de la moto, por ejemplo el SOAT (el seguro obligatorio de automóviles), posiblemente la gente no lo va a comprar, y eso va a repercutir en la accidentalidad”, explica.
UN PLAN NACIONAL PARA MOTOCICLISTAS
La directora de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Hilda María Gómez, dio a conocer las medidas que se plantearán para este actor vial, en desarrollo del nuevo Plan Nacional de Seguridad de Motociclistas, que buscará reducir los índices de mortalidad y lesionados para estos actores que hoy cobran en el país más de 3000 vidas al año.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial es una unidad administrativa especial del orden nacional, que forma parte de la rama ejecutiva, con personería jurídica, autonomía administrativa, financiera y patrimonio propio, adscrita al Ministerio de Transporte.
El anuncio de Hilda María Gómez se dio en el marco del Congreso Latinoamericano de Motociclismo que se realizó en Cartagena de Indias el 25 y 26 de octubre 2018 y que reunió a más de 1200 empresarios y profesionales del nivel directivo del sector.
“Queremos socializar las medidas contempladas para la promoción del transporte escolar seguro, la regulación del uso de motocarros, la realización de cursos de formación para los trabajadores en motocicleta, la Implementación de sistema de encendido automático” aseguró la directora de la Agencia.
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