Impactos del coronavirus

Categoría: Destaque

Publicado en 24 Mar 2020

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Impactos del coronavirus

Esta cuarta semana de marzo de 2020, más específicamente el viernes 26 de marzo, se cumple un mes de la llegada del Covid-19 a América Latina. La semana comenzó con la perspectiva de expansión del aislamiento preventivo obligatorio para reducir el avance de esta pandemia en países latinoamericanos.

El aislamiento preventivo obligatorio ya estaba vigente en algunos países en la tercera semana – Honduras y Ecuador (17 de marzo), Argentina (20 de marzo), Colombia (el 20 de marzo hubo inicio de un simulacro de aislamiento en Bogotá y en el departamento de Cundinamarca), Perú y Paraguay (21 de marzo); Bolivia, Chile y Guatemala (22 de marzo). Se anunció para el martes 24 de marzo la adopción de esa estrategia en toda Colombia y en el Estado de San Pablo, Brasil.

Los territorios bajo un régimen de aislamiento albergan algunas de las principales metrópolis de la región – entre las cuales San Pablo, Buenos Aires, Lima/Callao, Bogotá, Medellín, Santiago, Quito, Guayaquil, La Paz y Asunción –,  que concentran una población de aproximadamente 255 millones de habitantes, lo que representa 45% del total de la población latinoamericana.

PROGRESIÓN RÁPIDA

Durante la primera quincena de marzo, creció el número de países latinoamericanos con casos de contaminación por el Covid-19, el nuevo coronavirus.

Los boletines diarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran la velocidad del avance de Covid-19 en el continente. El boletín número 26 del sábado 15 de febrero de 2020 mostraba toda América Latina libre del virus. El primer caso se registró el miércoles 26 de febrero, en Brasil. El boletín número 40, del sábado 29 de febrero de 2020, registraba casos en Brasil y México.

La rápida propagación del coronavirus fue evidente. El sábado 7 de marzo de 2020, el boletín número 47 informaba casos en Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, República Dominicana e islas del Caribe. El jueves 12 de marzo de 2020, se agregaron otros países: Paraguay, Costa Rica, Panamá y el departamento francés de ultramar de Guyana. El viernes 13, según el boletín 53, se constataron casos en Cuba y Guyana.

El boletín 57 de la OMS, emitido el martes 17 de marzo, mostró que en América del Sur todos los países habían reportado casos; en América Central, dos países no tenían informes sobre el coronavirus: Belice y Nicaragua. Una semana después, el boletín 63 del lunes 23 de marzo indicaba que los 30 países y territorios de América Latina y Caribe registraban casos del Covid-19. En ese momento, ya se habían registrado muchas muertes en varios países.

PARA FRENAR EL CORONAVIRUS

Países que ya han optado por aislamiento preventivo obligatorio así como los otros países de la región afectados en mayor o menor medida por el coronavirus anunciaron medidas para frenar el avance del microorganismo patógeno. Los sectores de transporte público y movilidad urbana, en los segmentos público y privado, se han movilizado para enfrentar el desafío.

En general, además de las medidas estrictamente médicas, también aquellas que se refieren al comportamiento de la sociedad y los agentes económicos buscan retrasar la transmisión del virus.

La idea central era – y sigue siendo – establecer una curva más plana para la distribución de casos, precisamente para que los sistemas nacionales y locales de salud no colapsen al atender una cantidad de casos mucho más alta que sus respectivas capacidades.

Las estrategias no médicas adoptadas en Latinoamérica difieren de país a país, pero es posible identificar un aspecto central en ellas: la reducción de situaciones de aglomeración y la reducción del movimiento de personas, como recomienda la OMS.

En este sentido, se trataron de reducir los desplazamientos con medidas como, por ejemplo, la suspensión de clases por algún tiempo, o pedidos de los gobiernos, los medios y personalidades públicas para que las personas se queden en sus hogares y para que salgan a la calle solo por lo estrictamente necesario. También se alentó el teletrabajo, con esquemas organizados por las propias empresas.

En cuanto al transporte público, en algunas áreas, las autoridades decidieron reducir o cortar la oferta, con manutención de los servicios solamente para desplazamiento de personal cuyas actividades están autorizadas.

Sin embargo, en otras localidades, se mantuvieron los servicios con oferta casi normal, con la justificativa de permitir que quienes necesitan transporte e están autorizados encuentren trenes y autobuses con baja ocupación y, por lo tanto, con mejores condiciones de protección contra el coronavirus.

En diferentes localidades se establecieron restricciones de tráfico para vehículos privados. Otra medida adoptada por prácticamente todos los países involucrados en la crisis fue el cierre de fronteras para desestimular el tránsito de personas, pero con el cuidado de no obstaculizar el tráfico de mercancías.

En diferentes situaciones, se han anunciado medidas policiales severas y efectivas contra aquellos que ignoran las pautas expresas de las autoridades sanitarias y, por lo tanto, ponen en riesgo la salud de la población.

PROTOCOLO DE UITP

En los primeros días de la crisis en Latinoamérica, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Chile recordó que la Unión Internacional de Transportes Públicos (UITP) realizó un protocolo en el que se detallan las recomendaciones para los operadores de transporte.

Ese protocolo recomienda revisar la disponibilidad y stock de equipos y suministros esenciales de protección y limpieza para planificar su distribución y recarga constantemente. Los conductores y pasajeros deben seguir las reglas de higiene personal, que incluye lavarse las manos regularmente, estornudar y toser en el antebrazo; y usar pañuelos de papel.

Además, los lugares de reunión y oficinas se deben equipar constantemente con desinfectantes para manos y pañuelos de papel. Los operadores de transporte público deben obtener asesoramiento local y/o nacional sobre el uso de máscaras y los tipos de máscaras recomendados. El consejo general de la OMS es que usen máscaras cuando atiendan a una persona infectada o potencialmente infectada.

También se recomienda desinfectar las superficies y puntos comunes al tacto, así como la eliminación de desechos. El personal del atención al cliente debe estar en cabinas o escritorios con distancia de los pasajeros.

Varias autoridades nacionales y locales han determinado medidas para desinfectar los vehículos de transporte público en sus respectivas jurisdicciones.

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