Categoría: Notas
Publicado en 13 Jun 2023
5 minutos
Reflejo de preocupaciones medioambientales, la exposición en el Congreso Mundial de la Unión Internacional de Transporte Público en Barcelona, España, trajo decenas de coches eléctricos, desde los de pila de combustible hasta los de batería, hidrógeno, sistemas de recuperación de energía y uso de materiales reciclables.
FRED CARVALHO, DESDE BARCELONA
El mundo del transporte anhelaba el Congreso Mundial de la Unión Internacional de Transporte Público (UITP), después de todo, el último fue en Estocolmo, entre el 9 y el 12 de junio de 2019. El 3 de junio de 2023, solo hace unos días, empezaron a llegar a Barcelona más de 15.000 participantes, ya que la inauguración oficial tendría lugar el 4 de junio, casi cuatro años después.
Con dos pabellones que sumaban 40.000 m², ocupados por 380 expositores, con 85 paneles sobre los temas más relevantes del transporte público, así como decenas de visitas técnicas, el evento permitió a todos ponerse al día, hacer amigos y cerrar negocios, como recomendaba Khalid Alhogail, en calidad de presidente de la UITP.
La enorme exposición, sin embargo, tuvo en sus stands un salto tecnológico. Al fin y al cabo, cuatro años separaban Estocolmo de Barcelona. Y fueron tiempos de muchos acontecimientos, desde el acentuado empeoramiento del calentamiento global, pasando por una pandemia que sacudió con fuerza todos los conceptos que tenía la humanidad, hasta una guerra inesperada con la invasión de Ucrania. La tan manida globalización quedó en entredicho, con dificultades para importar vacunas, medicamentos, materias primas, productos petroquímicos, gas y petróleo. Todo se volvió de repente difícil, raro y caro.
El calentamiento global, la necesidad de cumplir las recomendaciones de la ONU con el NET Cero – en 2050- tuvieron una gran influencia en los autobuses expuestos en los stands de los fabricantes más tradicionales del mundo. Había decenas de eléctricos, desde los de pila de combustible a los de batería, hidrógeno, sistemas de recuperación de energía, uso de materiales reciclables, preocupación integral por un mundo más limpio.
Mercedes-Benz presentó, en primicia mundial, el e-Citaro fuell cell, su apuesta por una solución ideal donde las emisiones son cero. Los primeros pedidos de este autobús con tecnologías avanzadas -el módulo de pila de combustible lo suministra Toyota- tuvieron lugar en octubre del año pasado. En su versión articulada, transporta 128 pasajeros. Su sistema de propulsión genera 392 kWh. El fabricante alemán aprovechó el evento para presentar su nueva filial Daimler Buses Solutions, especializada en diseño e infraestructuras electrónicas.
MAN eligió un autobús eléctrico con cinco paquetes de baterías, una autonomía de 300 km y capacidad para 96 pasajeros para equipar sus modelos Lion’s City y Family, de hasta 12,2 metros de longitud. En las versiones para 18,1 metros, hay seis paquetes de baterías, 146 pasajeros y autonomía de 210 km.
Iveco presentó el Crossway, interciy, con una longitud de 12.950 mm, motor eléctrico Siemens Elfa III, con 240 kW, par máximo de 3600 Nm, con capacidad para 66 pasajeros. Además de mostrar el E-Way, un eléctrico urbano de 9,5 metros.
Isuzu tenía en su stand los modelos Novociti Volt, de 8 metros de longitud y 400 km de autonomía, así como el CitiVolt 12, de 12 metros de longitud, con una autonomía de más de 480 km, y varias posibilidades de baterías: 225 kWh, 300 kWh, 375 kWh y 450 kWh. Curiosamente, distribuyó sus catálogos de productos con los distintos modelos equipados con motores diésel de sus proveedores tradicionales como Cummins, FPT y la propia marca.
BYD presentó dos nuevos eBuses, el B19, de 18,75 metros de longitud, y el BYD Castrosua de 12 metros. En el primer modelo, la empresa ha instalado una batería de 563 kWh, que permite una mayor autonomía. En el modelo de 12 metros, BYD mostró el resultado de su colaboración con Castrosua, con la personalización para satisfacer las necesidades de los clientes con diseños exclusivos.
Scania, aprovechó la UITP para destacar la importancia de que los principales participantes del mundo del transporte adopten las mejores alternativas sostenibles para mitigar las emisiones de carbono. También mostró las alternativas existentes y destacó la solución del biometano.
Otokar colocó en su stand una gama de autobuses eléctricos. Desde el pequeño -de 6,6 metros- e-Centro C, con baterías de 110 kWh, además de las versiones de diferentes tamaños -10,8 m y 12 m con baterías de 350 kWh- y el de 18 m -con 560 kWh-.
La francesa Safra sorprendió con la exhibición de un autobús -antes propulsado por gasóleo- transformado a hidrógeno. Un kit denominado H2 Hycity, compuesto por un motor eléctrico Dana de 350 kW accionado por una pila de combustible Plastic Omnium de 100 kW.
La empresa ya tiene 20 pedidos de transformación por la viabilidad de un operador para cumplir las exigencias de reducción de emisiones con la reutilización de autobuses existentes.
Pero en la exposición no solo hubo autobuses con nuevas alternativas energéticas, sino también coches subterráneos, barcos para transporte de pasajeros, cabinas de teleférico, autobuses autónomos para aeropuertos, productores de baterías, sistemas de control y operación de flotas, empresas de investigación, ciudades con diferenciales de transporte -como Dubai, por ejemplo, con su idealizado transporte aéreo de pasajeros-, entre otros atractivos.
El mundo del transporte se ha vuelto a reunir. Y ya se está preparando para su próxima reunión. ¡En 2025 será el momento y el turno de Hamburgo!
Las fotos de este artículo son de Fred Carvalho
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