‘Los paradigmas de la movilidad en tiempos de pandemia’, por Nicolás Rosales Pallares, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM)

Categoría: Notas

Publicado en 7 Dec 2021

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‘Los paradigmas de la movilidad en tiempos de pandemia’, por Nicolás Rosales Pallares, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM)

Nicolás Rosales Pallares

En la lógica de cualquier ciudad del mundo, la movilidad es y será un elemento esencial y estructural para sus habitantes; para muchos sectores, como el de los trabajadores, el transporte público es la opción principal y la única viable económicamente para llegar a su destino, por lo que ésta forma de traslado debe ser segura, sustentable, eficiente, con calidad en su servicio y sin limitaciones de accesibilidad, para que facilite las dinámicas sociales, laborales y de desarrollo económico, con el fin de contribuir en la calidad de vida de sus habitantes.

La movilidad urbana, sin embargo, se ha visto afectada por problemas como falta de infraestructura eficiente, altas demandas de viajes que se realizan en la medida que aumenta la población y una cultura de uso de los modos de transporte que se encuentran disponibles, lo que genera escenarios negativos, como congestiones vehiculares y de acceso a los sistemas de transporte, contaminación del aire y aumento en los tiempos de traslado de los usuarios.

El escenario se complicó con la llegada del Covid-19, que evidenció el rezago del sector transporte, tanto en su modelo de negocio y su modelo de operación, como en una falta de inversión en materia de tecnología y de modernización de la flota.

La pandemia ha obligado a un cambio en las dinámicas de la población, como la implementación del home office, clases a distancia, desarrollo del comercio electrónico, así como nuevos hábitos de movilidad para tener mayor seguridad y reducir la posibilidad de contagiarse; por lo que se incrementó el uso del auto particular, se instalaron aplicaciones de transporte privado y llegaron también modos de transporte no motorizado, lo cual cambió las problemáticas y determinó un aumento en las necesidades para el transporte público.

Sin embargo, éste panorama tan adverso generó buenas noticias, como el reconocimiento de que la movilidad es un derecho y la elaboración de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, cuyo objetivo es garantizar su pleno ejercicio, así como la implementación de proyectos de electromovilidad en las ciudades de México y Guadalajara, ésta última puso en marcha una reestructuración del transporte público, mediante la integración de un sistema de prepago, y todo esto en tiempos de pandemia.

Aunque sabemos que este momento crítico se superará, es necesario implementar cambios, no podemos seguir haciendo las cosas como siempre en el sector. Es una realidad que no volveremos a movernos como lo hacíamos previo a la pandemia, el sector deberá ADAPTARSE a la nueva manera de moverse de las personas.

Es momento de romper paradigmas, de ofrecer alternativas a los usuarios que permitan una movilidad centrada en la persona, mediante un transporte eficiente, de calidad, sustentable, sostenible, accesible e inclusivo, para desincentivar el uso del auto particular y mejorar la calidad de vida de los usuarios, así como la competitividad de las ciudades.

Este contexto obliga a fortalecer el transporte público, lo que deberá ser prioritario para los responsables de la toma de decisiones en las ciudades, mediante inversiones en infraestructura para el transporte público, en buses menos contaminantes y en materia de tecnología.

El transporte público urbano está obligado a proyectar mejoras organizativas, de operación, de administración, de calidad, de seguridad y de sustentabilidad.

La llegada del Covid-19 representó un gran reto y a su vez oportunidades que han obligado al sector a reinventarse para ofrecer la mejor experiencia de movilidad a los usuarios.

La pandemia trae consigo una inmensa oportunidad de lograr cambios estructurales en el transporte urbano de las ciudades mexicanas, para restablecer la confianza en el uso del transporte público y se siga consolidando como la principal opción de los usuarios, así como promover el transporte activo para consolidar una ciudad sostenible equitativa, habitable, sana y más vivible.

Una mezcla de los distintos modos de transporte, como CAMINAR + BICICLETA + TRANSPORTE PÚBLICO deberán ser los ejes principales de las ciudades del mañana.

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